HISTORIA
Al finalizar la década de los 40 nace la idea de fundar el Club Atlético Bucaramanga. En 1948, año en que se inició el fútbol profesional en Colombia, se gesta la idea de crear el equipo búcaro. Sin embargo, fue hasta 1949 que se crea oficialmente el Club Atlético Bucaramanga.
Para la misma época estaban
naciendo otros equipos futbolísticos en diferentes ciudades del país, tales
como Millonarios, Santa Fé, Boca Junior de Cali, Medellín y el Atlético
Municipal, hoy conocido como el Atlético Nacional, entre otros.
En el mosaico de fundadores
La historia se encargó de
reservar un asiento para hombres como: Rafael Pérez Martínez, Luis Fernando San
Miguel, Jorge Reyes Puyana, Vicente Díaz, Manuel Enrique Puyana, Juan B. Silva,
Gustavo Mantilla Paipilla, Elías Solano y Enrique Orduz Ardila. Todos ellos
verdaderos quijotes del deporte que le dieron vida al ente administrativo en
1949.
El apelativo para la
naciente divisa profesional, que aún subsiste, saltaba a la vista; “Canarios” o
“Leopardos”. Denominados así, debido al color amarillo de la camiseta. Para ese
entonces el uniforme se completaba con una pantaloneta blanca y medias grises.
Solo con la aparición del vistoso verde oliva, presente en la indumentaria en
las décadas del 80 y 90.
En la galería de los
presidentes
De los primeros años hay que
citar nombres como los de Antonio Vicente Amaya, Enrique Paillié Ordóñez,
Crisanto Duarte, Ambrosio Mantilla, Los hermanos Enrique y Alberto Orduz
Ardila, Alfonso Mantilla, Simón Santander y José Luis Mendoza; cuya
administración duró más de 10 años, en los cuales Bucaramanga pasó a llamarse
Oro Negro en Barrancabermeja y Real Cartagena en la capital bolivarense.
Las Primeras Nóminas
De entrada fue necesario
echar mano de los jugadores nativos de Bucaramanga, a los cuales se unieron
algunos jugadores de renombre traídos de Barranquilla.
En esa primera plantilla se
pueden recordar hombres como: los porteros Alfonso “Chichimoco” Carvajal y
Pedro Pinto; Lucas Martínez, “El Flaco” mutis, “Jesucristo” Prada y “Perro”
Castillo. Fueron los defensores; Samuel Otero, “El Loco” Ruiz, Noel Martínez,
“Alambre” Carvajal, “Cháncharo” Cárdenas y Luís Pinto, los mediocampistas.
Mientras que los delanteros
eran: “Pachingo” Guerrero, Juan y Jorge; “Guarapo” Mendoza, Arturo Palomino,
Manuel López, “El Chino” Luís Becerra, Evelio Sierra y “Chori” Salcedo. Todos
ellos dirigidos por el desaparecido Francisco “Pacho” Carvajal, ex - jugador de
Millonarios y a la postre primer entrenador del conjunto amarillo. Esa fue la
plantilla debutante.
La primera gran nómina que
dejó huella en la historia
La primera nómina que marcó
una gran huella en la historia fue la de 1951, que incluyó hombres destacados
como Cayetano Fraccione, golero argentino apodado como “El Pez Volador”, dada
su gran agilidad para volar de palo a palo. Al poco tiempo Julio “El Loco”
Asciolo fue su reemplazo en la cabaña canaria.
Pero ellos no fueron los
únicos venidos del sur, a su lado llegó una verdadera expedición gaucha
conformada por “Judío” Stemberg, “Toto” Bernansconi, Norberto Peluffo, Carlos
Gambina, Zazzini, Nicolás Gianastasio, Pesarini, Raúl “El Colorado” Dimarco y
De Ambrosi, quien hizo las veces de técnico.
Complementaron el plantel
los peruanos Enrique Augurto y Juan Cardoza, y el costarricense Carlos Umaña.
Poco después llegaría su compatriota “Quincho” Quiroz, considerado uno de los
mejores delanteros de la época y quizás de la historia “canaria”, todo un
verdadero acróbata del gol; ejecutor de espectaculares goles de chilena de
inolvidable recordación para los aficionados de mitad de siglo.
Pocos jugadores nacionales
recuerdan esa primera gran nómina, sólo figuraron “Chico” Bustamante, Juan
“Pachingo” Guerrero, el barranqueño Arturo Palomino y “Chancharito” Cárdenas.
En Colombia se puede decir
que:
Cada ciudad ha asimilado una
escuela
Los equipos futbolísticos de
cada ciudad asimilaban una escuela de acuerdo a la nacionalidad que
imperaba en el aporte a cada institución. Sin lugar a dudas en el Atlético
Bucaramanga ha predominado la escuela rioplatense a través de todo el tiempo.
Entres los técnicos
destacados de la institución por resultados o trayectoria se pueden citar: los
argentinos Norberto Peluffo, “El Andarín” Barbieri, De Ambrossi,y “Toscano”
Rendo; los uruguayos Luis Fernández, Abraham González, Carlos Zunino, Raúl
Betancourt, y Víctor Pignanelly; el paraguayo Soto Vergara; así como los
colombianos Guillermo Acuña, Edgar Borona, “Pipas” Solarte, Humberto “Tucho”
Ortiz y Carlos Mario Hoyos, entre otros.
A la hora de ponerse en los tres palos
En la historia del Atlético
Bucaramanga, varios nombres han dejado huella: José Fraccione, Julio “Loco”
Asciolo, “Chonto” Gaviria, Floreal Rodríguez, llamado “La Vaca Voladora”; Jaime
Hernández, el vallecaucano “Negro” Sinisterra, Ernesto Berto, Adolfo Riquelme y
José Carrillo, considerado como uno de los más brillantes, de grandes
condiciones, pero malogrado para el fútbol por una lesión.
En las últimas décadas se
puede hablar de Luís Alberto “El Loco” Landaburo, un histórico de River Plate,
quien incluso pocos días antes del Mundial Argentina 78, fue excluido por “El
Flaco” Menotti de la nómina definitiva anfitriona, a cambio del Héctor “Chocolate”
Baley y Ricardo Lavolpe, el actual técnico de la selección mexicana.
De igual manera, varios son
los goleadores por destacar. Hombres como Raul “Colorado” Dimarco, Walter Sosa,
Perfecto Rodríguez, Carlos Gambina, Giarrizo, Omar Lorenzo Devanni, Horacio
Diloreto, Emilio Vilarette, Rafael “Vallenato” Agudelo, Miguel Osvaldo
González, Jesús “Kiko” Barrios y Orlando Ballesteros.
Pero sin duda el más
importante a la hora del idilio con la red, ha sido José Américo Montanini, “La
Bordadora”. Pues, salió como máximo goleador en la temporada del 58 con 38
tantos.
Aquel 60
El juego más enigmático
y polémico de la historia, ha sido aquel de finales de la temporada de los
60’s. Restaban tres encuentros para culminar el torneo y el atlético se
encontraba a un solo punto de su contendor Santa Fe, mientras Millonarios era
tercero.
Al final, la
decepcionante derrota por 5 a 1, derribó de inmediato la aspiración de
conseguir la primera estrella, para quedar relegado al tercer lugar.
Varias conjeturas se han
tejido acerca lo que pasó ese día. Incluso por parte de los mismos
protagonistas; como por ejemplo la de que el equipo se vio afectado por el
viaje con cuatro días de anticipación al juego, factor que no fue suficiente
para adaptarse a la altura capitalina.
No obstante, la
explicación que parece tener más validez, según los propios jugadores, es la
falta de una estricta disciplina por parte del técnico “Andarìn” Barbieri.
Todos daban cuenta de la
gran afición de este por el juego de cartas, práctica que según versiones
acompañó al plantel durante las frías noches y madrugadas capitalinas. Incluso
para completar, cuentan que Barbieri se presentó al Camping sólo diez minutos
antes de empezar el partido, ya que se encontraba en el hipódromo apostando a las
carreras.
Una de las Mejores
Bien vale evocar a la
postre una de las mejores formaciones del equipo hasta nuestros días: Berto;
Scrimaglia y Marini; Casalli, Janiot y Solórzano; Coll, Montanini, Giarrizo,
Otero y Hermán “Cuca” Aceros, surgido del barrio Modelo, afianzado en esa
temporada del 60 y considerado como el mejor jugador santandereano hasta
nuestra época.
Las satisfacciones
regresaron
En el 75 el técnico
uruguayo Víctor Pignanelly, ex - jugador de Cúcuta y América, condujo al equipo
a la primera serie final, nómina en la cual brilló el santandereano, Misael
“Papo” Flórez. Dos años después, otro uruguayo al mando, Ricardo Pegnotti,
llevó de nuevo el equipo a la fase definitiva.
La crisis económica tocó
las puertas en el año 83
Don Reynaldo Rueda
Castañeda y un grupo de amigos provenientes de la industria transportadora, se
tomaron la tarea de salvar el equipo. Pero la intención salió cambiada; un
grupo de jugadores brasileros y colombianos, éstos últimos con trayectoria en
sus carreras, acabaron con la ilusión.
Para el 84, cuando
incluso estaba en entredicho la participación en el torneo, el industrial
santandereano Carlos Ardila Lulle apoyó la presencia del equipo en la
temporada. Cuando menos se esperaba, por las dificultades económicas, Hermán
“Cuca” Aceros, como timonel, cumple una gran campaña llevando a la institución
al octagonal final.
La década del 90
Para la temporada del 90
asumió la dirección el técnico antioqueño Humberto “Tucho” Ortiz, quien ligó
tres buenas campañas, sobre todo la inicial. Fue cuestionado porque no
practicaba un fútbol atildado, pero ese fue a la postre un equipo sensato y
auténtico, que jugaba acomodando el libreto a las características de sus
jugadores.
Todos los rivales sabían
que jugaba al pelotazo, pero con el mismo estilo salía avante. Todos le
apuntaban al mayor, y el mayor era la cabeza de “Kiko” Barrios; Polo, Ramoa,
Rico, Villar.... se la lanzaban para que este definiera o la bajara para
concretar. Así de fácil, eso parecía, y con la misma fórmula fue tercero y se
acercó por primera vez a la Copa Libertadores.
Pero en una larga
historia, siempre aparecen los dolorosos. En el 94 ocurrió el primer misterio.
Bucaramanga cae por primera vez. El descenso. Líbranos de todo mal..... El
Atlético después de 35 años, ya no era equipo de primera.
Con la continuidad de un
plantel que venía de ser revelación en el 93, el técnico Norberto Peluffo
dirigió buena parte de la campaña, para darle paso al argentino Jorge Ramoa,
quien terminó como jugador y entrenador. La victoria ante Pereira como
visitante no alcanzó para evitar el desastre.
Por esas gracias del
calendario, el paso por la B fue fugaz y en tiempo record; sólo duró cuatro
meses y medio, regresando a primera tras derrotar a Lanceros Boyacá en el
recién remodelado Alfonso López, bajo el mando técnico de Hugo Gallego.
En el 97, la gloria; el
mejor año de la vida; Bucaramanga por primera vez en 48 años es subcampeón
nacional, perdiendo la final ante América, pero con el pasaporte ya sellado
para debutar en la Copa Libertadores.
Se armó un equipo de
“obreros”
El técnico Carlos Mario
Hoyos, sin figuras, con jugadores que incluso en algunos casos venían de la B,
armó un buen equipo. La
gran historia la escribieron hombres como: “Chepe” Castañeda, Gustavo “Misil”
Restrepo, Miguel Montañez, Manuel Galarcio, Pablo Casquete, “Cheo” Romero, Jhon
Alex Rodríguez, el desaparecido Lucio España; Arturo Reyes, Diego Pizarro,
Wilmar Moreno, Fredy Guirán, Armando “Piripi” Osma, Marcelo Ibáñez, y Orlando
Ballesteros, entre los principales.
Vino la esperada
participación en la Copa Libertadores 98. Y a fe de que Bucaramanga no fue
inferior a la responsabilidad enfrentó en primera fase a América, Barcelona de
Guayaquil y Deportivo Quito, campeón y subcampeón del Ecuador respectivamente.
Fue como debutante y no
se “arrugó”, cumplió pasando la primera fase, pero fue eliminado en segunda
instancia por “La Academia de Templaderani, el club Bolívar de La Paz, campeón
boliviano.
El segundo misterio
doloroso fue en el 2001
Bucaramanga cae por
segunda vez. Como si la lección no se hubiera aprendido, siete años después
vuelve a descender. El técnico santandereano de más trayectoria y
reconocimiento en el tiempo reciente, Jorge Luis Pinto, recibe el equipo, pero
no puede evitar el declive, cargando con el lastre de una plantilla venida a
menos ya desde la dirección de “Barrabás” Gómez.
Si el regreso en
el 95 fue en tiempo record, lo del 2001 fue sin antecedente alguno. Por esas
cosas del fútbol, colombiano por demás, el conjunto leopardo estuvo en la B
sólo un mes aproximadamente.
Bucaramanga regresó a
Primera División
En un triangular jugado
en Cartagena ante Unión Magdalena y Cúcuta, bajo la dirección técnica de Alexis
García, Bucaramanga regresó a Primera División derrotando en definición desde
el punto penal al cuadro motilón.
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